La carga de batería es uno de los principales problemas a día de hoy de los coches eléctricos, más que nada por la disponibilidad de puntos de carga. Y lo seguirá siendo en el futuro para los coches que duermen en la calle. Que, por ejemplo en España, son una gran mayoría de los que están en circulación. Pero han inventado una solución precisamente para estos coches eléctricos y para estos usuarios. Un dispositivo que está pensado para integrarse casi de forma invisible en el paisaje urbano y que, sin duda, es una opción mucho más interesante que las que se habían planteado hasta la fecha como, por ejemplo, las farolas con cargadores para coches eléctricos. Veamos de qué se trata.

El invento viene de la mano de Rheinmetall y es una nueva solución de carga de batería para coches eléctricos específica para entornos urbanos. Se trata de un bordillo con toma de carga que se integra en el paisaje urbano casi de manera totalmente invisible y que propone resolver los problemas que existen a día de hoy con los sistemas de recarga. Se demanda una gran cantidad de espacio y esta solución necesita poco espacio; además, ayuda a no deteriorar el paisaje urbano como hacen otras soluciones alternativas, puede resolver la baja densidad de puntos de carga que existe y es una solución más barata. Lo que probablemente te preocupe es que haya cables de carga para coches eléctricos en la acera ¿Verdad? Pues han pensado también en ello y no ocurriría, porque se reduce la distancia entre la toma de carga del coche y el punto de carga, luego los cables hacen un menor recorrido que, por ejemplo, con farolas con toma de carga. Además, el cable va en todo momento por el suelo.

Esta solución de integración eléctrica de carga en los bordillos de las ciudades hace que los bordillos se convierta en una ‘columna de carga’, pero que no tengan las limitaciones y las restricciones habituales de una de estas columnas. Desde la empresa señalan que ‘se desarrolló bajo la premisa de reducir al máximo la invasión del espacio público’ y, efectivamente, es una alternativa a las farolas con cargador para coche eléctrico menos invasiva y que reduce los cables peligrosos en medio de la calle.

A nivel un poco más técnico, este tipo de acera de carga modular permite disponer de sistemas de carga en corriente alterna hasta 22 kW de potencia máxima, con integración en los sistemas de fondo existentes o en estructuras de sistemas de carga que ya existen gracias al Protocolo de Punto de Carga Abierto. Es un tipo de instalación que, según las indicaciones del propio fabricante, da muchísima facilidad tanto para el mantenimiento como para el reequipamiento.

Con esto se refieren específicamente a que estas aceras con cargador para coche eléctrico se pueden preparar calles enteras, o aparcamientos, en los que se integren bordillos con sistema de cobro. Por otro lado, destacan también que estas instalaciones permiten una gran escalabilidad a posteriori, con mejoras en la infraestructura o la instalación de servicios paralelos. El fabricante explica que se pueden ‘lograr sinergias con respecto a la planificación, los permisos o las medidas de construcción entre otros’. Y esto es importante porque se pueden reducir los costes de instalación de forma significativa.

Detallan, por otro lado, que el módulo electrónico se puede instalar después de disponer de la infraestructura, cuando la demanda local sea lo suficientemente elevada como para que resulte interesante. Y todas estas labores de reequipamiento, aseguran, se pueden llevar a cabo en pocos minutos. Exactamente igual que el mantenimiento, que es simple y requiere de poco tiempo, en tanto que basta con retirar la unidad eléctrica del sistema de carga. Por supuesto, son instalaciones totalmente preparadas para las condiciones específicas del entorno urbano a todos los niveles.